
La luz blanca del fluorescente no tenía nada de mística. Las impresoras dormían junto al escritorio vacío. Pero en la pared, dos afiches repetían el

El sol abrasaba la superficie y el viento apenas movía la cerca negra que custodiaba los nidos. Nada parecía suceder. Solo palos con letreros, fechas,

“Amor, amor, las nubes a la torre del cielo subirán, y tus ojos que fueron mis estrellas se apagarán…” —Gabriela Mistral Estos versos del poema

No dejó nota. No hizo drama. Solo caminó hacia el agua espesa, con un trago en la mano, segura de que el agua la recibiría.

“Dos soles se enfrían, —¡Dios, protesto!— Uno en el cielo, el otro en mi pecho…” —Marina Tsvetaeva Este verso, de un poema de Tsvetaeva publicado

“Los miembros naturales de Apolo no son las alas sino los tentáculos…” —Vladimir Nabokov Esta frase aparece en Habla, memoria, su autobiografía, y está cargada