Kafka y Don Quijote

Autor:

Gustavo Quintero

Fecha:

29 marzo 2025

«La desgracia de Don Quijote no fue su fantasía, sino Sancho Panza».

—Franz Kafka


Kafka nació en Praga y murió joven —a los 40 años— de tuberculosis. En sus escritos abordó temas como la alienación, la culpa y la búsqueda de sentido en un mundo absurdo. Sus frases, como su obra, invitan a la reflexión. Es reconocido por su estilo literario profundo y existencial.

Durante su juventud, Kafka tuvo ocasión de leer la novela de Cervantes y fue un enamorado de la vida de Don Quijote —así no lo hubiera reconocido nunca—, de sus personajes y su mundo en crisis; de su locura, que para él era bastante cuerda; de su demostración y vivencia de la más pura soledad y antítesis del mundo con muchísimo tacto. También de lo absurdo del personaje.

En muchas de las obras de Kafka, el hombre está abocado al absurdo o lo absurdo forma parte de su propia existencia. Para él, Don Quijote y Sancho Panza, entre otros personajes de la obra cervantina, lograban crear un sentido para su propia vida, con independencia de los designios del destino o de las circunstancias que les rodeaban. Eso chocaba con la realidad kafkiana, en la que no existe un propósito acerca de los hechos de la vida. Don Quijote representaba, a su juicio, el anuncio previo de esa búsqueda de lo sublime en lo absurdo y, en ese caso, el Quijote no era ni podía ser absurdamente algo, pues, antes de serlo, pretendía ser algo más elevado que lo absurdo.

Si te gustó este artículo... ¡puedes compartirlo!