«La vida es una obra teatral que no importa cuánto haya durado, sino lo bien que haya sido representada».
—El circo del infinito, pág. 7
Séneca fue un filósofo estoico nacido en Córdoba, célebre —entre muchas otras cosas— por sus frases. En esta, sin duda, nos ofrece un tema para una profunda reflexión sobre el sentido de la vida. Nos advierte que su calidad no se mide tanto por la duración, sino por la manera en que la vivimos; una vida larga no es, necesariamente, una vida bien vivida si carece de virtud, de propósito y de autenticidad. Lo que nos hace perdurables no es el tiempo que vivimos, corto o largo, sino el impacto que dejamos en los demás y la forma auténtica en que pasamos por la vida, dejando, en lo posible, un legado legítimo y significativo.