La educación superior en los próximos 10 años

Autor:

Gustavo Quintero

Fecha:

18 febrero 2025

Goldie Blumenstyk, escritora de The Chronicle of Higher Education, ha comentado recientemente sobre los cambios que se prevén para la educación superior en el mundo en los próximos 10 años, a partir de este año que comienza. Su aproximación a los hechos venideros es objetiva.

Es indudable que la educación superior enfrenta y enfrentará una serie de presiones para cambiar, que ya se insinúan y que es necesario tener en cuenta en el panorama.  Es poco probable que los ataques políticos se apaguen y, a menos que ocurra algo importante, la confianza pública probablemente seguirá siendo frágil.

Los líderes de las universidades que intentan prepararse para el futuro inminente no tienen el viento a su favor —dice ella—. Ha habido grandes cambios entre 1985 y 2025; entre otros, la conversión empresarial del nicho universitario. En este periodo de 40 años, la universidad ha sufrido varias metamorfosis y requiere otras más, pero a un ritmo más acelerado y con un factor adicional: un entorno con más complicaciones y limitaciones.

Por supuesto, todos los momentos de la historia tienen ese tipo de situaciones alarmantes, pero también soluciones innovadoras. De eso se trata, de encontrar estas últimas para subsistir como instituciones. Para Blumenstyk, las instituciones más exitosas serán aquellas que:

  • Mejoren la retención, ya que cada estudiante que se pierde es un estudiante que las universidades no pueden reemplazar.
  • Amplíen las estrategias que involucran la divulgación de sus programas, incluso entre los estudiantes de los primeros años de la escuela secundaria.
  • Desarrollen colaboraciones académicas con instituciones que complementen su misión, incluso —y quizás especialmente— más allá de la geografía local. La colaboración «es realmente existencial, no solo para compartir costos, sino para aprovechar el conocimiento».
  • Tengan en cuenta y evalúen los créditos de aprendizaje previo, para acomodar mejor a los estudiantes que ingresan o regresan.
  • No desconozcan que los líderes a la cabeza de las universidades deben tener la capacidad de:

  1. Cambiar su mentalidad de la competencia a la colaboración.
  2. Cultivar las habilidades para la gestión del cambio; el cambio será la única constante.
  3. Reconocer la importancia de la comunicación, temprana y frecuente.
  4. Adoptar auténticamente los principios y prácticas de la gobernanza compartida.

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