Educación aumentada

Autor:

Gustavo Quintero

Fecha:

14 enero 2025

Hemos venido llamando la atención, por invitación en algunos foros, sobre la incidencia de la inteligencia artificial en la educación superior en un contexto en el cual pareciera ser que la vida humana, inherentemente absurda para Camus, se debate nuevamente entre la necesidad de buscarle significado y la capacidad de encontrárselo en un mundo caótico y sin propósito, que viene a ser agravado con estos últimos desarrollos tecnológicos.

Inclusive para algunos, estos podrían acabar con la especie humana, lo cual no deja de ser una exageración. El mismo Jørgensen, del Centro de Prácticas Evolutivas de Estocolmo, quien ha descrito lo que denomina las «trampas evolutivas», considera que estas —y entre una de las 14 descritas se encuentran las tecnológicas— podrían ser capaces de crecer exponencialmente hasta terminar con nuestra especie.

Sin duda, esta es una mirada catastrófica del advenimiento de la inteligencia artificial, a la cual se le han sumado personajes como Yuval Noah Harari y Elon Musk.

La inteligencia humana es una facultad compleja del cerebro que nos permite aprender de la experiencia, adaptarnos a nuevas situaciones, comprender y manejar conceptos abstractos, y usar el conocimiento para manipular el entorno. Eso no lo hace la inteligencia artificial, que, por definición, se refiere a la simulación de procesos de inteligencia humana en máquinas, especialmente en sistemas informáticos. Estos procesos incluyen el aprendizaje (la adquisición de información y reglas para usarla), el razonamiento (usar reglas para llegar a conclusiones aproximadas o definidas) y la autocorrección, es decir, el uso de algoritmos para la predicción con datos.

En ese orden de ideas, hemos venido inclinándonos más por la denominación que algunos han querido darle y que parece más sensata para utilizar correctamente estos advenimientos que están en sus inicios: hablar de inteligencia aumentada más que de inteligencia artificial, bajo el concepto de que esa denominación se refiere al uso de las tecnologías, en particular de la inteligencia artificial y otros sistemas digitales, para ampliar y potenciar las capacidades cognitivas y decisionales del ser humano, en lugar de reemplazarlas, con la idea de complementarlas y extenderlas.

«Educación aumentada: desafíos de la educación en la era de la inteligencia artificial»[1] es una obra de Santiago Bellomo, doctor en filosofía y especializado en filosofía de la innovación educativa, quien ejerce como decano de la Escuela de Educación de la Universidad Austral. En su ensayo aborda cómo las innovaciones tecnológicas, como las plataformas adaptativas, la inteligencia artificial generativa y los simuladores de realidad aumentada, están transformando el panorama educativo.

Bellomo propone un modelo de «educación aumentada» que integre la tecnología con la docencia de manera complementaria, en lugar de sustituirla. Este enfoque busca potenciar la educación personalizada mediante el uso estratégico de herramientas tecnológicas, superando la dicotomía entre quienes promueven una transformación digital total y aquellos que prefieren mantener métodos tradicionales, sustentada en diez principios enunciados aquí y en los cuales la educación aumentada:

  1. Es pensamiento aumentado
  2. Vuelve a los alumnos protagonistas
  3. Promueve la autorregulación
  4. Es abstracción progresiva
  5. Promueve el esfuerzo gratificante
  6. Es emoción aumentada
  7. Ocurre en el encuentro
  8. Es docencia aumentada
  9. Reduce las brechas invirtiendo en mejores docentes
  10. Estimula la innovación situada

Para Bellomo:

«…la auténtica innovación educativa reconoce que los tiempos de la educación no son ni deben ser los tiempos del desarrollo tecnológico, que los tiempos del trueno no rivalizan ni deben rivalizar con los del rayo. No se exaspera ante la lentitud de la vanguardia educativa, porque sabe del deber de la educación de ejercer una prudente curaduría sobre la acción sustitutiva de la tecnología. Aplica su cualidad homeopática para compensar los daños del desenfreno tecnológico…».

En parte, como estrategias para evitar las «trampas evolutivas» de Jørgensen.


[1] Bellomo, S. (2023). Educación aumentada: desafíos de la educación en la era de la inteligencia artificial. Globethics Publications.

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