Existe una puerta en el Topkapi que es la entrada al Enderun. Yo he estado en esa puerta muchas veces. No es fácil entrar allí. Existen muchas reglas: en el trato con las personas no hay formas de «tú», sino de «usted». Tampoco están permitidas las impertinencias entre los académicos. La disciplina al comer, dormir, levantarse y tantas otras cosas es estricta. La vida es muy exigente. Los mejores profesores y los mejores estudiantes se encuentran allí. Se cultivan el talento y las artes en sus clases.
El Enderun tiene dos cámaras. Una a la izquierda y otra a la derecha, y los vestidos para usar en cada una son diferentes; solo se progresa de la una a la otra por merecimientos…
Sí, yo he estado en el Enderum muchas veces contigo, y por eso no he perdurado en el tiempo, como sí lo habría hecho si hubiera estado con usted.
La gata de Tobita
Gustavo A. Quintero Hernández