La cura para todo en la vida es el agua salada

Autor:

Gustavo Quintero

Fecha:

09 noviembre 2024

…No me había preparado para nada distinto que para tener una carrera académica allí, la cual se vio truncada en ese momento, pero pudo concretarse muchos años después y de qué manera. Este episodio cambió mi vida y el rumbo que me había trazado hasta entonces tuvo que ser reinventado deprisa para sanar las heridas con nada distinto que con agua salada; porque como lo anota Karen Blixen: «La cura para todo en la vida es el agua salada: el sudor, las lágrimas, el mar…»

El circo del infinito, pág. 21


La cita de Karen Blixen en El circo del infinito, “la cura para todo es siempre agua salada: el sudor, las lágrimas o el mar”, encapsula una profunda verdad sobre la condición humana y la naturaleza. Blixen, conocida por su libro “Memorias de África” y su pseudónimo Isak Dinesen, sugiere que hay una cualidad curativa y purificadora en el agua salada, ya sea a través del esfuerzo físico (sudor), la liberación emocional (lágrimas) o la inmensidad y serenidad del mar. Esta frase refleja su aprecio por la vida y la naturaleza, influenciada por sus experiencias en África, donde el agua es un recurso precioso y el mar una vasta frontera. Su obra y su vida destacan la importancia de encontrar consuelo y fortaleza en los elementos básicos de la existencia.

Ciertamente, el sudor y las lágrimas son manifestaciones físicas que a menudo se asocian con el esfuerzo y la emoción, respectivamente. El acto de sudar durante un esfuerzo físico o mental es una señal de que estamos empujando nuestros límites, lo que puede llevar a un aumento de la fuerza y la resistencia a largo plazo. Por otro lado, las lágrimas emocionales pueden ser una respuesta a una variedad de sentimientos y sirven como un mecanismo para aliviar el estrés y la tensión emocional. Llorar ha demostrado tener beneficios psicológicos, como la liberación de la tensión del cuerpo y la promoción de un estado de bienestar después de la expresión emocional. Además, se ha observado que el llanto puede mejorar el sueño y combatir el insomnio relacionado con la ansiedad, la depresión y el estrés. Por lo tanto, el sudor y también las lágrimas pueden ser indicativos de procesos que, aunque desafiantes en el momento, contribuyen a nuestra fortaleza y resiliencia general.

Y observar el mar, que también tiene sal, como el sudor y las lágrimas, puede inducir un estado de paz debido a varios factores psicológicos y fisiológicos. La inmensidad del mar puede provocar un estado de fascinación, lo que conmueve nuestra psique y promueve una sensación de calma y bienestar. Este efecto se debe en parte a la percepción del mar como algo vasto y tranquilo, que contrasta con la sobrecarga de estímulos de la vida cotidiana, permitiendo a nuestro cerebro descansar y desconectarse del entorno caótico.

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