El cielo abajo

Autor:

Gustavo Quintero

Fecha:

10 mayo 2025

«El mundo parece plano, pero yo sé que no es plano. ¿Sabes por qué parece? Porque, siempre que lo vemos, el cielo está arriba, nunca abajo…»

—Clarice Lispector


En el cuento Come, hijo, Clarice Lispector juega con la percepción subjetiva de la realidad para sugerir una verdad más profunda. Dondequiera que uno se encuentre en el mundo, el cielo siempre está arriba y, por eso, el mundo parece plano. En este cuento, una madre insiste dulcemente en que su hijo coma, mientras se entremezclan pensamientos internos, dudas, emociones reprimidas y una ternura casi desesperada. El acto cotidiano de alimentar se convierte en un momento cargado de significado emocional, existencial y simbólico.

Lo importante en el cuento no es la acción visible, sino el mundo interno de la madre. Igual que en la frase sobre el cielo, Lispector nos recuerda que la forma en que percibimos la realidad está mediada por lo interno, no solo por lo que vemos. Allí, la escritora demuestra exactamente lo que expresa en la frase del cielo: las cosas no son como parecen. Lo que parece plano, simple o habitual —como alimentar a un hijo— es, en realidad, un espejo de lo más profundo del alma humana. Su cuento es un llamado a ver con otros ojos, a mirar el «cielo abajo», es decir, a descubrir lo invisible en lo cotidiano.

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