Humanismo digital e inteligencia artificial en educación superior

Autor:

Gustavo Quintero

Fecha:

31 octubre 2024

La singularidad es un concepto teórico que se refiere al punto en el futuro en el cual el progreso tecnológico, impulsado principalmente por mejoras en la inteligencia artificial (IA), alcanzará una velocidad tan acelerada que provocará cambios inimaginables en la civilización humana. En ese punto, las máquinas tendrán la capacidad de mejorar y replicarse a sí mismas de manera autónoma y más rápida de lo que los humanos pueden seguir o comprender. Perderíamos el control que tenemos sobre la IA.

Yuval Noah Harari ha conmocionado al mundo con sus observaciones sobre los riesgos de la IA para la humanidad. Ha llegado a afirmar, inclusive, que puede acabar con la civilización, y al coro ha respondido Elon Musk, con lo mismo.

Es necesario diferenciar tres aproximaciones definitorias para lo que estamos comenzando a vivir en relación con IA:

  • Primero, la inteligencia humana es una facultad compleja del cerebro que permite a los individuos aprender de su experiencia, adaptarse a nuevas situaciones, comprender y manejar conceptos abstractos, así como usar el conocimiento para manipular su entorno; y eso no va a cambiar.
  • Segundo, la IA se refiere a la simulación de procesos de inteligencia humana en máquinas, especialmente en sistemas informáticos. Estos procesos incluyen el aprendizaje (la adquisición de información y reglas para usar la información), el razonamiento (usar reglas para llegar a conclusiones aproximadas o definidas) y la autocorrección. Usa algoritmos para la predicción con datos y no pasa de ser eso.
  • Tercero, lo que hemos dado por llamar, mejor, inteligencia aumentada (o ampliada o extendida) se refiere al uso de tecnologías, en particular la IA y otros sistemas digitales, para ampliar y potenciar las capacidades cognitivas y decisionales del ser humano. En lugar de reemplazar la inteligencia humana, la idea es complementarla y extenderla.

Para quienes andamos en la educación superior, es fundamental entenderlo de esa manera, porque en este último punto radica una diferencia substancial con el hombre. La IA no tiene emociones ni sentimientos, es completamente impasible. No puede experimentar alegría, tristeza, enojo o cualquier otra emoción humana. Su función es proporcionar información y responder preguntas de manera objetiva y basada en datos. Está diseñada para ser neutral y no tener ninguna preferencia o sesgo. Su objetivo es ser útil y asistir en la mejor medida posible, sin involucrar emociones personales, lo cual corrobora el término de inteligencia ampliada en el sentido de que extiende, más allá de lo humano, la capacidad inteligente del hombre.

Para los que creemos que estamos transitando una quinta revolución industrial —o en sus albores—, esta podría centrarse en la colaboración entre humanos y máquinas, impulsada por tecnologías como la inteligencia artificial avanzada, la biotecnología y la nanotecnología, lo cual conllevaría una mayor integración de la tecnología en la vida diaria y una fusión más profunda de las capacidades humanas y tecnológicas. Si se quiere, esta rescata al hombre, por cuanto su enfoque sería más hacia la sostenibilidad, la personalización y la mejora de la calidad de vida, la cual será más humana, en contraste con las revoluciones anteriores que se centraron más en la eficiencia y la producción a gran escala y la deshumanizaron.

De manera que, en este preciso momento de gigantesca y maravillosa celebración de las tecnologías, debemos recuperar un nuevo tipo de humanidades, el «humanismo de tercera generación». La tecnología digital y la conectividad deben utilizarse para mejorar la vida humana y promover valores humanísticos, como la empatía, la inclusión y la justicia (humanismo digital).

Pero también es necesario introducir en los currículos una filosofía que fomente de verdad el pensamiento crítico, porque es nuestra defensa contra la manipulación, contra el fanatismo y el adoctrinamiento; y porque es nuestra defensa sobre un poder tecnológico que lo que quiere es persuadirnos de muchas cosas.

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