El currículo en la universidad moderna

Autor:

Gustavo Quintero

Fecha:

04 febrero 2025

No debe sorprendernos que, a menudo, el currículo le preste poca atención al mercado laboral, teniendo en cuenta que los planes de estudio universitarios tienden más a estar impulsados por la oferta, es decir, por las tradiciones académicas o los intereses de los profesores.

Eso cambió. Veamos dos ejemplos. Por un lado, le estamos prestando poca atención a las habilidades blandas, tales como el liderazgo, la comunicación y el trabajo en equipo, y estas son precisamente algunas de las cuales podrían caracterizar el plan de estudios del mañana, dado el papel completamente diferente que estos conocimientos desempeñarán en el futuro.

Por otro lado, hoy, en muchos aspectos, todavía se hace hincapié en la adquisición de conocimientos en la formación académica y memorística. Pero, en la actualidad, el conocimiento está disponible en todas partes en sistemas informáticos avanzados y el papel del graduado universitario pasará de recopilar información en red a saber cómo utilizarla en la práctica.

Siendo así, los currículos modernos deberían estar fundamentados en comprender más que en memorizar. Alrededor del mundo y en diferentes campos, los educadores del siglo XXI se preguntan cómo hacer no solo para transmitir el conocimiento acumulado en su disciplina, sino también para cultivar en sus estudiantes la capacidad de pensar críticamente, formular y resolver problemas, y colaborar con la generación de nuevo conocimiento.

Focalizarse primero en aprender acerca de algo y solo tardíamente en aprender para ser y hacer algo tiene muchos problemas. Uno de ellos es que adquirir conocimiento abstracto es diferente a aprender en contexto. Michael Eraut, quien ha estudiado el aprendizaje en las profesiones, ha encontrado el punto crítico de este problema. Para él, «adquirir conocimiento y usar el conocimiento no son dos procesos diferentes; son el mismo proceso».  Eraut considera que el conocimiento abstracto es frecuentemente interpretado y ajustado, en alguna extensión, a la manera en que se usa en la práctica. Sus argumentos proceden de la idea de la «cognición situada», que enfatiza que el aprendizaje está influenciado por el contexto en el cual ocurre, y eso es lo que necesita la sociedad, en particular la empresa: el aprendizaje en el mundo real.

En el problema del aprendizaje segmentado, las personas aprenden por separado partes del repertorio del conocimiento y de las habilidades, y luego lo ponen en práctica. Por consiguiente, tienen dificultades para combinarlas y relacionarlas cuando deben aplicarlas de manera integrada.

Con estas dos ideas, será posible, si los aprendizajes ocurren, además, en contextos interdisciplinarios más amplios, que surjan nuevos y mejores conocimientos en lo que se conoce como el currículo en T. En este tipo de currículo, la columna vertical de la «T» representa una formación disciplinaria profunda, mientras que la barra horizontal indica que este conocimiento disciplinario se utiliza cada vez más y mejor, en contextos interdisciplinares, para lograr un graduado bien formado que pueda aprovechar una sólida trayectoria disciplinar y desarrollar amplias conexiones con otras disciplinas para generar soluciones conjuntas.

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