
Las palabras engañan
«Es una pena que no nos silbemos unos a otros, como los pájaros. Las palabras engañan». —Halldór Laxness El islandés Laxness, premio nobel de literatura

«Es una pena que no nos silbemos unos a otros, como los pájaros. Las palabras engañan». —Halldór Laxness El islandés Laxness, premio nobel de literatura

El océano se estremece y los ojos se clavan en un punto lejano. Entre la espuma y el viento se busca un lomo oscuro que

El sol ilumina la explanada frente a Gwanghwamun. Bajo sus rayos, los guardias vestidos con ropajes escarlata y azul marchan al compás de tambores y

«Pasa, pero no se desvanece». —László Krasznahorkai Es una frase breve y bellísima que resume gran parte del tono de La melancolía de la resistencia, de

Tras la reja ennegrecida, los años parecían prisioneros. 1904, 1909, 1917… cada cifra brillaba como una leyenda fría en medio de la penumbra. Las botellas,

«¿Dónde estás? He venido para hablar contigo. ¿Oyes mi voz? He venido para apostar mi corazón, no la vida, sino mi corazón». —Han Kang En

Unas figuras de bronce caminan sobre la tumba de Foch, hombro con hombro, eternamente erguidas. No lloran. No hablan. Solo sostienen el recuerdo. Encima de